Analizando el sector de la construcción en Europa y, en concreto, en España. Donde se pueden sacar valiosas lecciones de los errores cometidos. Considerando datos de la situación actual, muestra de manera muy clara la repercusión de lo que en este proyecto se aborda.
Por ejemplo, el consumo de energía de la actividad arquitectónica, representa en España el 42% (CENER), en Europa el 50% y de forma indirecta el 60% (CE). De estos datos se desprenden, de forma contundente, el protagonismo de la construcción en nuestro desarrollo. Genera una importante dependencia de la energía que menoscaba drásticamente un deseable equilibrio, ya que la producción de energía representa un gran problema de sostenibilidad. Actualmente, según el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, aproximadamente el 90,6% de la energía primaria consumida en el 2009 en España, es no renovable. España depende de la energía del exterior en un 87% aproximadamente. Estos datos confirman el protagonismo del sector de la construcción en el consumo energético, tanto en la fase de construcción como en el uso y mantenimiento de la edificación. Siendo conscientes además de la gran dependencia a una energía no renovable (contaminación, emisiones de CO2, finita,…), unido a que es importada principalmente, presenta una alarmante sensibilidad a las fluctuaciones de disponibilidad y precio, con lo que todo ello supone para la estabilidad económica de un país. No cabe más que señalar, una vez más, la necesidad de introducir energías alternativas.
Por otro lado, el sector de la construcción genera el 50% de residuos y emisiones de todo el mundo. Solamente el 10% de los recursos empleados en los edificios convencionales son reciclables.
El proceso que siguen los recursos en su uso en el modelo actual, desde su extracción como materia prima hasta su desecho como residuo, no sigue el ciclo natural de transformación de los materiales como se produce en la Naturaleza. A este proceso se le denomina de ciclo abierto. Es muy perjudicial, ya que toda materia, integrada en los ciclos naturales, es extraída para transformarla en otra que rompe el ciclo cerrado de reintegración al medio una vez superada su vida útil. En efecto, la materia prima es transformada en una materia artificial que no volverá a ser materia prima, convirtiendo los recursos naturales en finitos y no renovables.
Es, por tanto, vital reconducir la Arquitectura, hacia la eficiencia energética, la utilización de materiales naturales y demás acciones que proporcionen alternativas a este modelo tan perjudicial para nuestro medioambiente y llegar a un sistema que pueda gestionar el 100% de los recursos de manera cíclica.
Para dar una respuesta efectiva, debemos abrir el foco y tener una visión más amplia de nuestro contexto y las repercusiones de nuestras acciones sobre él. La construcción de un edificio, no sólo existe en su fase de ejecución, sino durante toda su vida. Es tan importante el proceso de construcción como el de demolición. Se trata de un ciclo más de vida, que no debería diferir del ciclo natural de todo lo creado por la Naturaleza. Asumiendo esto, todo esfuerzo que nos acerque a este modo interacción con el entorno, será el camino correcto hacia un verdadero desarrollo sostenible.
Basarnos en el ciclo cerrado natural representa el proceso que los recursos naturales tienen en la Naturaleza, siendo el modelo que debemos adoptar para un desarrollo sostenible.